Organizaciones y expertos alertan de las indicaciones realizadas a la Ley de Protección Ambiental de Turberas en Chile

 

Fueron los Diputados Alejandro Santana y Fidel Espinoza quienes presentaron las mociones, para que la extracción del musgo Sphagnum pueda realizarse en predios que presenten un Plan de Cosecha. A ello, se suman otras realizadas por el Gobierno de Sebastián Piñera, a semanas de dejar el cargo, y que generan inquietud en la comunidad de la ecorregión chilota.

 

Largos años llevan los habitantes de la provincia y científicos alertando de los riesgos que genera esta actividad extractivista en los ecosistemas locales, los principales reservorios de agua para un archipiélago que, paulatinamente, se ha ido secando con el paso del tiempo.

Es en ese contexto, y en medio de una crisis hídrica, que gran expectación generó el Proyecto de Ley que busca concretar la protección de pomponeras y turberas, por su aporte en la captación y retención de aguas lluvias, y que recientemente fue aprobado en la Cámara Baja con 123 votos a favor y una abstención.

Sin embargo, no todo fue alegría, pues los Diputados Alejandro Santana (RN) y Fidel Espinoza (PS) ingresaron indicaciones al documento, las que encendieron las alarmas en los habitantes de Chiloé.

Estas apuntan a que la «poda del musgo» pueda realizarse en predios con un Plan de Cosecha, lo que establece que la extracción es viable si se dejan al menos 5 centímetros de residuo vivo por parte de los cosechadores, algo que de acuerdo a los expertos, es complejo, pues en la práctica quienes realizan esta actividad no pueden controlar con certeza el tamaño del musgo remanente en el suelo al momento de cortarlo. Asimismo, esto dificulta aún más la fiscalización para los funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero.

A los alcances de los parlamentarios se suman los realizados por los ministros de Medioambiente, Minería, Agricultura y el presidente Piñera, quienes pese a estar a semanas de dejar sus investiduras, plantearon que se debiese autorizar la extracción y comercialización del Sphagnum, que provenga de predios con Planes de Cosecha elaborados de acuerdo a los reglamentos estatales y registrados en el SAG.

El Geógrafo e integrante del Movimiento Defendamos Chiloé, Álvaro Montaña, expresó que es necesario “rechazar todas las indicaciones realizadas por los Diputados Santana y Espinoza, además de aquellas efectuadas por el Gobierno, pues el interés común no puede estar subordinado a una actividad económica. El empleo no debe ser una moneda de cambio para afectar al ciclo hídrico”.

La Doctora en Turberas e integrante de Mires of Chile, Carolina Rodríguez, planteó que estas modificaciones son inadecuadas porque afectan en las propiedades de recuperación de estas especies,  cuyo crecimiento es particularmente lento y varía según la región en la cual se encuentran inmersas.

Mientras que desde la ONG Ecosistemas, Mitzi Urtubia, enfatizó que “es urgente la elaboración de un catastro nacional donde se caractericen y protejan estos espacios, especialmente en el Chile Austral”.

En las indicaciones del Gobierno se menciona que debe evitarse el drenaje de las turberas, pero no lo establece como una obligación. Asimismo, fija un plazo de 12 meses desde la promulgación de la ley para la implementación de los Planes de Cosecha, y apunta a dejar fuera de los alcances de la nueva normativa a las concesiones mineras constituidas antes de la publicación de la nueva regulación en el Diario Oficial.

CODIGO DE AGUAS

Pese a la molestia que generaron las posturas de los parlamentarios de la región y el Gobierno, una luz de esperanza se abrió durante la comisión mixta que aprobó la Reforma al Código de Aguas, donde el Diputado chilote Gabriel Ascencio, logró que se incorporaran medidas para la protección de las turberas en la provincia, lo que originalmente sólo estaba contemplado para las regiones de Magallanes y de Aysén

De acuerdo al congresista, esta indicación apunta a “la prohibición de construir sistemas de drenaje, es decir, sistemas de eliminación natural o artificial de aguas superficiales o subterráneas en zonas de turberas identificadas como tales en el Inventario Nacional de Humedales de las zonas de Chiloé, Aysén y Magallanes, con la sola excepción del desarrollo de proyectos públicos de conectividad vial en fajas acotadas que mantengan el flujo de las aguas y la mantención de sistemas ecológicos, y siempre que cuenten además con una Resolución de Calificación Ambiental”.

De esta forma, y pese a la postura del Gobierno saliente y de los Diputados Santana y Espinoza, se avanza en la real protección de las turberas y humedales de Chiloé, las que no sólo cumplen un rol vital en el ciclo hídrico de la ecorregión, sino además, en la batalla para combatir el cambio climático y los efecto de la acumulación de gases de efecto invernadero, pues parte de las bondades de estos ecosistemas también consideran una alta captación del CO2 en la atmósfera.

Colaboración/Defendamos Chiloé

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