Joe Biden ha proclamado la aprobación de la ley de semiconductores para ser producidos en USA, pero es una respuesta tardía frente a los avances que ha demostrado la industria China a pesar de todas las sanciones comerciales.
El dato de la inflación en EEUU ha sido destacado ampliamente a pesar de ser un 8,5%, esta baja mostraría ya los efectos de las agresivas subidas de tipos de la FED y el mercado lee positivamente la contención del alza, sin embargo, sigue estando en la mesa que el 8,5% no deja de ser número alto y que las condiciones que se presentan en el mapa internacional podrían afectar en que las sonrisas se prolonguen, la contención de las alzas es prioritaria, pero será vital ver el comportamiento geopolítico en los próximos meses y en esa área, la prolongación de la guerra podría entrar en un punto crítico el abastecimiento de alimentos y las relaciones entre China y EEUU, suman nuevos episodios en la disputa por la cabeza de la economía mundial y la vanguardia por el desarrollo tecnológico.
La guerra económica, avanza y se suma una nueva batalla por los semiconductores, la tecnología es el tablero sobre el que se disputa esta partida de ajedrez. Las sanciones comerciales que ha impuesto EEUU a Pekín le han privado de toda oportunidad de conseguir hacerse con la tecnología necesaria para el ensamblaje de semiconductores de menos de 14 nanómetros, una línea que marca el límite y el paso a la alta tecnología y que Estados Unidos ve con mucha preocupación.
Joe Biden ha proclamado la aprobación de la ley de semiconductores para ser producidos en USA, pero más allá de los pronunciamientos, en sí, es una respuesta tardía frente a los avances que ha demostrado la industria China a pesar de todas las sanciones comerciales. Estados Unidos sigue siendo dependiente en su gran mayoría de los semiconductores de Taipéi y de que las cadenas de suministros no se vean afectadas con el escalado de la tensión entre Taiwán y China, donde la relación entre países ha sido fortalecida por la entrega principalmente de armamento de guerra y tecnología militar.
Situación Internacional
Alemania, que pareciera no entender que en materia económica es rival de Estados Unidos más allá de las formalidades y los acuerdos, sigue viendo como su economía se contrae y su balanza comercial sufre los efectos de las sanciones. La alta dependencia del gas ruso le ha propinado duros golpes al motor económico de la Unión Europea y gran exportador de bienes de Europa. La disminución de las cuotas de gas ha encarecido los costos y a pesar de que el IPC muestra una leve moderación, el riesgo de una crisis energética sigue latente en toda la región.
En tanto en Rusia, las tasas de inflación bajaron cercanos al 15% a pesar del costo de la guerra y podrían llegar a registrar nuevas bajas de cara a fin de año, mientras mantiene su política de estrechar los lazos comerciales en la región. Irán, Turquía e India, se han visto beneficiada por las ofertas en los precios del petróleo sancionado por occidente, donde Turquía inquieta al conglomerado, el miembro rebelde de la OTAN, se niega a dejar de negociar con Rusia, pero en Estambul, saben que la energía es un elemento clave en la política interna y que el costo de la misma juega un rol importante para ser condicionado por Occidente mediante las sanciones impuestas a Rusia.
La implementación de la infraestructura para que finalmente se materialice la integración de EEEUU y pueda desarrollar avances en tecnologías más avanzadas en semiconductores, uno de los objetivos de la ley recientemente aprobada, llevará un tiempo no conocido en concretar, el plan de empleo detrás de esta inversión busca de cierta manera afirmar la segunda fase del mandato de Joe Biden y dar una señal a la ciudadanía de confianza en el mercado laboral, dato que ha destacado sostenidamente el gobierno para reafirmar su posición de que el país no está en recesión a pesar de tener caídas en su PIB en 2 trimestres consecutivos.
Una semana negra para Biden, que recientemente conoció que China a pesar de las sanciones, logró desarrollar semiconductores de 7 nanómetros, tecnología que ha sido puesta en tarjetas gráficas de máquinas de minería de criptomonedas. Esto es de suma preocupación para los intereses norteamericanos, ya que estén a la venta, significa que a lo menos llevan más de un año trabajando a obscuras y beneficiados por el encierro pandémico en el avance tecnológico que Estados Unidos tendrá que mirar desde la ventana, asumiendo los errores en las jugadas para llegar a estar en jaque.
¿Cuánto irá a aguantar el pilar del trabajo como estandarte de la gestión de Joe Biden?, no lo sé, pero me recuerda a “House of Cards y América trabaja”.
Catbriel Cardozo / 10 de Agosto 2022