Chile es el el segundo país del mundo en el que más se deterioró la salud mental, especialmente en las mujeres, que según el Termómetro de la salud mental 2023, resultaron más afectadas que los hombres por problemas de este tipo.
En nuestro país, la Dra. Rocío Mayol, académica de la Universidad de Chile y directora del Laboratorio de Psiquiatría Traslacional y Psicopatología (Psiquislab), advirtió que “Chile es uno de los países de la región donde la prevalencia de enfermedades mentales es la más alta, lo cual se vio acrecentado durante la pandemia”.
Asimismo, es el el segundo país del mundo en el que más se deterioró la salud mental, “especialmente en las mujeres, que según el Termómetro de la salud mental en Chile 2023, están más afectadas que los hombres por los problemas de salud mental”, agrega la Dra. Mayol.
La crisis de salud mental global tiene graves consecuencias económicas. Países pierden miles de millones debido a problemas de salud mental, agravados por la pandemia.
En el Reino Unido, empleadores perdieron 8.4 mil millones de dólares en un año debido a ausencias prolongadas por salud mental. En 2023, 2.5 millones de británicos eran económicamente inactivos por razones de salud mental, 1.35 millones diagnosticados con depresión o ansiedad, comparados con 555,000 en 2019.
Tendencia global
La crisis se agravó durante la pandemia. En el Reino Unido, en 2019, el 11% de jóvenes y el 10% de adultos tenían síntomas depresivos, aumentando al 23% y 15% en 2021. Otros países, como México, Australia, Bélgica, Canadá, Francia y EE. UU., duplicaron las tasas de diagnóstico en 2020. En Rusia, 15 millones de personas padecen depresión, cerca del 10% de la población.
Aumento del consumo de antidepresivos
De 2019 a 2021, en 14 países de la OCDE, el consumo de antidepresivos aumentó un 10%. En Europa, el aumento llegó a 2.5 veces entre 2000 y 2020 en 18 países.
Impacto económico
En EE. UU., el 19% de los trabajadores considera su salud mental «satisfactoria» o «mala», causando pérdidas anuales de 47.6 mil millones de dólares por licencias prolongadas. En Australia, problemas de salud mental cuestan más de 39 mil millones de dólares anuales a los empleadores. Alemania y Francia enfrentan costos anuales de 147 mil millones de euros y 163 mil millones de euros, respectivamente.
¿Qué se puede hacer?
Empleadores pueden permitir el trabajo remoto, expandir programas de salud ocupacional y apoyar el bienestar de su personal. Invertir en bienestar mental es rentable; cada dólar invertido en apoyo psicológico de los empleados puede generar 4-5 dólares en retorno.
La crisis de salud mental no puede ignorarse. Gobiernos y empresas deben tomar medidas efectivas para abordarla y apoyar a quienes la sufren.